martes, 10 de noviembre de 2009

punto de vista general











A pesar de que existen numerosas opiniones y teorías al respecto, la mayoría de los historiadores coinciden en que la sidra se originó en los años anteriores a Cristo. Parece ser que a las civilizaciones de Egipto y Bizancio y, más tarde a las griegas, les gustaba beber sidra. En los textos que de aquella época conocemos actualmente, son palpables el protagonismo y la importancia que entonces tenían los manzanos: en muchas ocasiones se empleaban como regalos o valiosas ofrendas. Los romanos preferían el vino, pero en las tierras que conquistaron se percataron de la tradición que en ellas había de elaborar sidra. Ellos, sin embargo, empleaban la sidra con fines curativos. Cuando el emperador romano Plinio entró en Asturias (23-79 d.C.) dijo, al parecer, que la sidra era una "bebida típica de este lugar".
Otros investigadores creen que el origen de la sidra está en una bebida que los celtas extraían de las manzanas. Según estos autores, fue dicha civilización quien dió a conocer esta bebida por toda Europa, pero, sin embargo, fueron los árabes quienes, mediante avanzados sistemas agrarios, extendieron las clases de manzanas y las técnicas para su producción por todo el continente.
Jose Uria Irastorza, autor del libro "Sagardoa", afirma que en algunas inscripciones del País Vasco anteriores al siglo VII aparecen nombres y apellidos que tienen en su raíz la palabra "sagar"(manzana). Los manzanales que el rey de Navarra Sancho el Grande obsequió en el año 1014 al monasterio de Leire, son un fiel reflejo de la presumible predilección que hacia la manzana había en aquella lejana época. De todas formas, será en el siglo XIII cuando los escritos hablen de la sidra. En un poema de aquella época se hace alusión por primera vez a la sidra o "al fermento sin brillo que los vascos hacen con manzanas de mal aspecto".A pesar de que existen numerosas opiniones y teorías al respecto, la mayoría de los historiadores coinciden en que la sidra se originó en los años anteriores a Cristo. Parece ser que a las civilizaciones de Egipto y Bizancio y, más tarde a las griegas, les gustaba beber sidra. En los textos que de aquella época conocemos actualmente, son palpables el protagonismo y la importancia que entonces tenían los manzanos: en muchas ocasiones se empleaban como regalos o valiosas ofrendas. Los romanos preferían el vino, pero en las tierras que conquistaron se percataron de la tradición que en ellas había de elaborar sidra. Ellos, sin embargo, empleaban la sidra con fines curativos. Cuando el emperador romano Plinio entró en Asturias (23-79 d.C.) dijo, al parecer, que la sidra era una "bebida típica de este lugar".
Otros investigadores creen que el origen de la sidra está en una bebida que los celtas extraían de las manzanas. Según estos autores, fue dicha civilización quien dió a conocer esta bebida por toda Europa, pero, sin embargo, fueron los árabes quienes, mediante avanzados sistemas agrarios, extendieron las clases de manzanas y las técnicas para su producción por todo el continente.
Jose Uria Irastorza, autor del libro "Sagardoa", afirma que en algunas inscripciones del País Vasco anteriores al siglo VII aparecen nombres y apellidos que tienen en su raíz la palabra "sagar"(manzana). Los manzanales que el rey de Navarra Sancho el Grande obsequió en el año 1014 al monasterio de Leire, son un fiel reflejo de la presumible predilección que hacia la manzana había en aquella lejana época. De todas formas, será en el siglo XIII cuando los escritos hablen de la sidra. En un poema de aquella época se hace alusión por primera vez a la sidra o "al fermento sin brillo que los vascos hacen con manzanas de mal aspecto".

1 comentario:

  1. Holaa! estaa muii chuloo el blog jeje aver si nos comentais en el nuestro ee jeje.
    un besoo!!

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